Taylor Jenkins Reid, para mí, jamás decepciona. Este es ya el cuarto libro suyo que leo, y una vez más confirmé por qué confío a ciegas en su pluma: siempre vale la pena.

Cada una de sus historias tiene algo único, incluso dentro de su propio estilo. En Atmosphere encontramos desde momentos cotidianos que atraviesan a cualquier persona hasta conflictos profundos: qué significa amar, cómo elegir lo correcto o la eterna pregunta de dónde venimos y hacia dónde vamos. Suena complejo, pero Taylor logra sumergirnos en una narración ligera y, al mismo tiempo, profundamente reflexiva. Mientras leía, no podía dejar de pensar: “wow, estamos hechos de estrellas, y allí es donde regresaremos”.

La historia está narrada por Joan, nuestra protagonista, quien es aceptada en el programa de astronautas en un momento en el que recién comenzaban a incorporar mujeres. Esto la impulsa a exigirse constantemente para hacer todo bien. En ese camino conoce a Vanesa, una de sus compañeras, y con ella todo es distinto: con ella puede sentir.

Entre las partes que más me encantaron está la curiosidad que despierta el libro sobre el espacio y sobre nosotros mismos, lo que sabemos y lo que creemos. No solo entretiene, también nos invita a pensar: ¿en qué creen ustedes?
Otro aspecto luminoso es la relación entre Joan y Francis, su sobrina: tierna, cuidada y reveladora, que nos enseña lecciones clave no solo para la vida de Joan, sino también para la de Francis y hasta para Vanesa.

Y, por supuesto, la relación entre Joan y Vanesa: una conexión que trasciende lo romántico. Iba con cautela, porque ya sé cómo me toca Taylor con sus historias, pero todo resultó maravilloso. Su vínculo es de las relaciones más hermosas, comunicativas y sensibles que he leído.

Y el final… no daré spoilers, pero solo diré que no sería un libro de Taylor si no termináramos soltando lágrimas hasta el último segundo.


Amparo Fernández, librera de Librería Superior.
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