Apenas lo vi me sentí atraído por ese pequeño libro con la tapa bellamente ilustrada con una pintura de Paul Klee y con el enigmático título de Biografía del silencio.
Resultó tratar sobre meditación mediante breves reflexiones con las que Pablo d'Ors nos va contado sus experiencias muy personales y sus magníficos descubrimientos en la medida en que avanza es su práctica. Debo decir que quedé encantado, pero no en el mero sentido de que me gustó mucho sino en el de que produjo en mí un encantamiento como diría el Quijote.
Es que, de verdad, es cautivante y de una pronunciada profundidad. Son escasas cien páginas divididas en 49 capítulos cada uno de los cuales se leen en pocos minutos pero que dejan una impronta para todo el día.
Lo leí por primera vez hace tres años y desde entonces lo tengo en la mesa de luz y lo releo una y otra vez. Muchas veces lo abro al azar y leo un solo capitulo (unas dos páginas) y siempre encuentro un tesoro valioso: un aliento, un desafío, un consuelo, un descubrimiento. Y lo que es más valioso, un incentivo a sentarse a meditar.
Luego supe que el libro fue publicado originalmente hace diez años y que ya lleva 180 mil ejemplares vendidos.
Y ahora puedo responder a la pregunta del título de este artículo: efectivamente es posible aprender a meditar con la ayuda de un libro, en particular este libro cuyo autor merece nuestro mayor agradecimiento por haberlo escrito.
Daniel Bucciarelli
22-08-2023