“Tengo la sensación de estar perdiendo algo todo el rato, pero no sé qué es… y me da miedo”
Es una novela conmovedora y realista que nos habla de la vejez, la perdida, la memoria y la importancia de la gratitud.
Esta historia esta narrada por Marie y Jérôme, a quienes los une su relación con Michka, una anciana que está transitando sus últimos meses de vida. Marie era su vecina: cuando era una niña y su madre la dejaba sola, Michka era quien cuidaba de ella, quien la contenía. Para Marie, Michka es una persona muy importante.
Jérôme es el logopeda que trabaja en el geriátrico e intenta que recupere el habla, la cual va perdiendo por culpa de una afasia. Él le agarra un cariño especial a Michka. “Hay que luchar. Palabra a palabra. Sin concesiones. No hay que ceder. Ni una sílaba, ni una consonante. Sin el lenguaje, ¿qué nos queda?”
Ambos narradores de esta historia se involucrarán en el último deseo de gratitud de Michka, el cuál descubrirán a lo largo de la lectura.
Es un libro corto de 173 páginas y capítulos muy cortos, lo que constituye una lectura muy ligera. Es una novela enternecedora que me hizo reflexionar mucho acerca de lo que conlleva envejecer, de las deudas morales y los lazos invisibles. Marie: “¿Os habéis preguntado alguna vez cuántas veces en la vida habéis dado realmente las gracias? Unas gracias sinceras. La expresión de vuestra gratitud, de vuestro agradecimiento, de vuestra deuda. ¿A quién?”
Cierro la recomendación con está última cita:
“Envejecer es aprender a perder. Aceptar todas o casi todas las semanas un nuevo déficit, una nueva degradación, un nuevo deterioro. Así es como yo lo veo”
5/5⭐
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LAS GRATITUDES